miércoles, 27 de junio de 2012

Reflexiones personales de este pollo sin cabeza

¿Cómo se baja el telón en una historia que ni siquiera comenzó?

Quiero empezar hoy con este verso de una de las canciones que suenan en este blog. No va por nada en especial, que seguro que alguien está pensando algo raro ya... Sino porque simplemente me parece una pregunta con mucho sentido y a la vez con poco...

Algunos pensaréis: ¿Por qué hay que bajar el telón, si ni siquiera se ha subido para que comience la función?
Os lo digo yo, porque aunque sea involuntariamente, estamos acostumbrados a vivir cientos de historias en las cuales el telón sube involuntariamente, y cuando nos queremos dar cuenta de que estamos actuando, estamos mirando al público "en pelotas", incapaces de entender el por qué de la situación.
Es entonces cuando ya no hay vuelta atrás, nuestra vida se convierte en una función (para algunos una comedia, para otros una película de miedo, para ciertos afortunados una película porno, y para algunos privilegiados, una película de amor) en la cual alguien ha subido ese telón y nos ha pillado despistados buscando el modo de evitar salir a escena.

Evitar... Yo creo que esa es la clave de todo esto. A lo largo de nuestras vidas intentamos evitar ciertos momentos que por una razón u otra, nos aterran.
Quizás, por lo tanto, sale a relucir otra vez el miedo... miedo a que algo salga mal, a que optemos por una prejubilación emocional, miedo a opiniones ajenas y rumores decorados.

Llegados a este punto yo opino: ¡A la mierda! ¡A la mierda los prejuicios, los miedos y los rumores!
¡Hagamósle el boca a boca a la vida, pidámosle una orgía al destino y dirijamos nuestra propia película de amor! Cada uno elige, ese es el motivo de nuestra existencia, el poder elegir. Y es en este momento cuando te das cuenta de que aquel gracioso que subió el telón y te pilló "en bolas", tan solo te está poniendo a prueba para comprobar tus avances en la vida y saber si has aprendido a cerrar heridas, perder la vergüenza y saber si, llegado el momento, tienes la osadía y el valor de poder subir el telón y pasar otro capítulo de tu historia.

El destino es muy gracioso, seamos valientes y demostrémosle que incluso la persona más insignificante puede cambiar el curso del futuro. 

A veces, empezar por el final duele menos que intentar sin éxito una y otra vez empezar por el principio.

Gracias Marwan, por estos momentos de reflexión...

Sueños Sencillos

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